Las vistas desde nuestra azotea, una de las más íntimas y exclusivas de Florencia, son sencillamente incomparables, ya que permiten contemplar, en primer plano, el magnífico Duomo con su campanario y, al fondo, el resto de la ciudad, con sus pintorescos tejados de terracota, que se extienden hasta las colinas aledañas.

En este entorno perfecto para disfrutar de un delicioso aperitivo antes de cenar, durante la puesta de sol, le invitamos a degustar nuestra carta de Proseccos y vinos, además de nuestros originales cócteles inspirados en Florencia. Acompáñelos con la «Bolla», que cada vez desvela un nuevo sabor para deleitar el paladar y a los sentidos.